
El 15 de enero de 1944, a las 20:52 horas, San Juan sufrió su peor tragedia, en donde un sismo, terremoto muy destructivo, de magnitud 8º en la escala Mercalli modificada, generando un antes y un después en la provincia. La Iglesia de Concepción se derrumbó totalmente muriendo muchas personas que casualmente estaban acompañando a unos novios en su día del casamiento. Muchos pudieron salvarse de esta catástrofe quedando con vida dentro de los grandes murallones que daban al sur del templo ya que el techo se desplomo hacia el norte, donde sepultó desde los novios hasta el Cura Párroco D. Eustiquio Estaban. Momentos de confusión, pedidos de auxilios, gritos desde el exterior como el interior, muchos vecinos se agolparon, encontrándose con una montaña de escombros y un polvo que no dejaba ver hasta dónde, esa montaña de ladrillos, palos, gritos y un polvo detenido en el espacio sin viento, contribuyendo a la desesperación, al pánico y los pedidos de "misericordia, misericordia, Dios mío”, que no cesaban, mientras la noche empezaba a adueñarse del momento, contribuyendo aún mas a la confusión e impotencia de los casuales rescatistas, que con el espíritu solidario llegaron a la Iglesia de Concepción, con orgullo mencionaré a Rosa Silveria Corts, José Mazuelos F, ( años después mis padres) a Agusto Carlos Corts, a Jesús Sánchez Chirino, a Miguel Corts, Rosa Acosta de Corts, (que después fueron mí abuelos) y otros parientes, que a Dios gracias no sufrieron la violencia del terremoto. Ellos me contaban, como por ejemplo, que hasta tres días después rescataron gente con vida, que mío tío rescató al padre Estaban, ya sin vida y sepultado con el libro en donde se da la última bendición y las promesas de unión.
Por Leopoldo Mazuelos Corts
Dirigente vecinal
DNI 5.543.908
