Señor director:


Dios me puso a prueba otra vez en la vida. Estoy superando con esfuerzo un percance muy grave. Una caída casi de 15 metros, desde la terraza del edificio. Fue por ayudar a una amiga. Es un milagro poder estar hoy vivo, caminando y agradeciendo. 


Agradezco a todo el personal de la Clínica "Virgen de Lourdes", a las chicas de Terapia Intensiva, administrativos, médicos, paramédicos, kinesiólogos, enfermeros, personal de seguridad y recepcionistas, por la atención que he recibido. 


Quiero agradecer a todos los parientes, a mi esposa, hijos, nueras, consuegra, nietos y amigos de ellos, que dejaron su familia para poder estar conmigo. A los amigos de mis hijos y la gente de sus trabajos que les permitieron a ellos estar acá. A mis amigos del fútbol y de la vida que dejaron a sus familias para estar conmigo. A los doctores Carrión, Edgardo Derman, Navarta, Jalom. A mi comunidad israelita de San Juan, a la gente de Chile e Israel que estuvieron en momentos que yo no sabía nada de nada. Y a todos los dadores de sangre que se pudieron a disposición: necesitábamos 40 y aparecieron 120. 


Sé que mucha gente me acompañó e hizo fuerzas conmigo mientras estaba en coma e inconsciente.


No tengo más que palabras de agradecimiento. 


Hay que saber aprender a vivir, no puede ser todo el trabajo. Hay que disfrutar de la convivencia de a familia y los amigos. Y gracias a Dios y a la vida por tanto.