Señor director:  


El papa Francisco exhortaba a los cristianos a ser valerosos, anclados en la esperanza y capaces de soportar los momentos oscuros. Uno de esos momentos es el que atravesamos en la actualidad a nivel mundial. En su exhortación, el Sumo Pontífice recordaba que en la vida del cristiano no cabe la pereza, que es lo opuesto al coraje.

"Es como vivir en la heladera, como si estuviésemos cómodos en un estacionamiento, sin movernos", dijo con una vibrante metáfora. 


Y añadía que, en la lucha de todos los días, la esperanza es una virtud que abre horizontes, que empuja a mirar siempre adelante con valentía. Esta es la gran realidad que a veces no se ve: con el miedo nada se alcanza.