Señor director:

Me es grato compartir con los lectores de vuestro diario las anécdotas de mi tierra, en la Cuarta Región de Chile. Es por eso que al recordar, puedo decir que un cronómetro natural, reloj de montaña, marca señales indelebles para la vida azarosa o tranquila en la lonja ribereña.

Cuando entre el mirar y ver hay signos de amor, ideales y desamparos en cada cara. Donde el rostro del niño lloroso contrasta con la mirada perdida en la ancianidad. Sin dudas que la mirada de una persona tiene distintos matices, según sea el momento y frente a quien esté dirigida esa observación.

La agudeza visual, tan ponderada desde los tiempos de los filósofos griegos, especialmente por Aristóteles en sus trabajos artísticos, científicos y metafísicos, incita a redescubrir al mundo que nos rodea, con otra mirada. Sin embargo, cabe destacar el aporte visionario de gobernantes. En La Serena (Chile), desde 1952 convive el arte clásico y contemporáneo en esculturas incorporadas a la "Avenida Francisco de Aguirre''.