Señor director:


Con la llegada del otoño, las hojas secas suelen formar una alfombra de colores en calles, plazas y veredas de San Juan. A la vista suele convertirse en un paisaje romántico. También es cierto que a muchas personas les incomoda esta situación, por lo que suele amontonarlas y prenderles fuego. El peligro de incendios es latente, ya sea en las zonas urbanas como rurales. Pero además, el humo produce contaminación ambiental. Por lo tanto nos afecta a todos los seres vivos que habitamos la provincia.


Cabe recordar que las hojas secas sirven de abono, por lo tanto se pueden utilizar en los jardines y canteros, luego de remover la tierra. De esa forma se enriquecen los árboles, arbustos y césped que se pueda plantar.


Por otra parte, se hace necesario que tanto la Policía Ecológica como la Justicia de Faltas estén más alertas ante estas situaciones. Quizás, un buen método de prevención sea hacer campañas sobre el cuidado del medio ambiente. Gracias.