Señor director:


Llegan las fiestas de fin de año y con ellas la pirotecnia. Las quejas son de miles y miles de personas, no sólo en San Juan, sino en todo el país. Es que estos elementos sonoros llamados petardos o bombas de estruendo causan infinidad de problemas, ya sea en animales como personas. Más aún si se trata de bebés, niños y adultos mayores. Ni que hablar de los pacientes en centros de salud, donde las personas se exaltan ante cada explosión. En los animales, el terror los invade y se esconden. Estos días son una tortura para las mascotas de todo tipo. Creo que las autoridades ejecutivas como legislativas, tanto a nivel provincial como municipales, tienen que tomar de manera muy seria este tema, porque el estrés que genera en los seres vivos es demasiado.



Marcia Sánchez Gómez    DNI 18.170.765