Cuando se mira una fotografía y se da cuenta que hasta hace poco tiempo habían lugares y momentos que trascendieron la historia. Entonces nos invade el asombro y éste da paso a la nostalgia opinando del pasado, que significó instantes especiales en la vida ya sea para mí como para los sanjuaninos que vieron esos lugares. ¡Oh, el Boletín Oficial!, que funcionaba bajo la tribuna popular del ya desaparecido Estadio abierto del Parque de Mayo. ¿Dónde fue a parar? El Boletín Oficial e Imprenta del Estado, era como la "parte interior de una estructura con sentimientos y objetivos. Desde el boletín de calificaciones de las escuelas, hasta la transcripción de la vida de los gobiernos de turno, con sus leyes y disposición y todo lo concerniente a la última palabra escrita que daba la normativa de la legalidad. En estas oficinas y talleres se imprimieron muchos auspicios del estado, que favorecieron a distintas instituciones de bien público, cuando un evento era realizado. La profesionalidad de sus empleados, toda gente especializada y técnicos en la materia. Ellos se esmeraban para que los trabajos fuesen la mejor respuesta de esta imprenta. El beneficio y colaboración del Boletín Oficial e Imprenta del Estado, en los distintos gobiernos, fue una gran ayuda a la comunidad, que a través de sus instituciones, pudieron concretar sus objetivos culturales. Se extrañan estas dependencias del Estado, que detrás de unas históricas rejas, uno era libre de visitarla y compartir gratos momentos, mientras observaba el accionar de sus antiquísimas máquinas tipeando la historia de San Juan.

 

El Boletín Oficial