Señor director:


Viajar en los colectivos de corta distancia en San Juan es una odisea en toda época del año. En el tortuoso verano, la inmensa mayoría de las unidades carece de al menos cortinas en sus ventanillas para que atenúen el terrible sol que provoca quemaduras en la piel. Son contados los micros que tienen aire acondicionado, cuando en ciudades como Mendoza, que está a sólo 160 kilómetros de San Juan, casi todas las unidades tienen este implemento. Además, los colectivos, si bien es cierto son nuevos, se nota que son básicos. Carecen totalmente de amortiguación, lo que hace que los pasajeros sufran golpes cuando pasan los impresentables "pianitos" o reductores de velocidad. En síntesis, el viaje desde algún departamento del Gran San Juan al centro y viceversa se vuelve una tortura y un fastidio. El viajar con dignidad también es un "derecho humano". Más aún, si ese servicio se paga, es de esperar que las autoridades provinciales como Defensa del Consumidor y la Defensoría del Pueblo hagan algo al respecto, porque los sanjuaninos somos seres humanos, no animales ni objetos.



Virginia Damonte   DNI 18.918.560