Con motivo del feriado largo por Semana Santa, con unos amigos decidimos recorrer lugares hermosos de San Juan, que tiene una oferta enorme. Hicimos entonces El Colorado, Las Flores, Iglesia, Pismanta, Cuesta de Viento, Jáchal y Huaco. Muy poca gente en todos lados. Pismanta ofrece baños termales de 13 a 14 horas. Una desubicación total para un lugar turístico, desde donde se lo mire. La pileta abandonada y sin funcionar. Hay muy pocos lugares para comer, son carísimos y de baja calidad. Paisajes únicos y hermosos que de estar en otra provincia serían muy visitados. Los lugareños a la 13 horas desaparecen en la siesta. Hasta las 19 nada vuelve a la vida. 

Huaco, otro lugar donde se necesita brindar más servicios al turismo.

Llegamos a Huaco por el viejo camino "descuidado y peligroso'' y la vista explota ante tanta belleza natural desperdiciada. Al costado de la cuesta un hotel nuevo en su construcción, abandonado. El duende de la siesta... se había ido a dormir... ¡y eso que era un fin de semana largo! Ni caramelos se podía comprar. Hicimos una sentada en protesta mientras tomábamos mate con semitas a $10 cada una, que compramos en Talacasto. Mientras pensábamos ¿cuánto costarían si el comercio de ese lugar pagara impuestos?


Mi amada Jáchal, que mientras haremos un túnel de millones de dólares, sigue con un Internet de pésima calidad y una ruta que se corta a la primer llovizna, también dormía. Agradecimos a la heladería que estaba abierta y regresamos cargados de imágenes únicas que es muy difícil encontrar en otros lugares, tanto en Argentina como en el mundo. Pensé en elevar una queja, eso sí, hay que hacerla ¡después de la siesta!