Señor director:
El pasado 12 de octubre se cumplieron 525 años del descubrimiento de América. Nació del sueño de un intrépido navegante, Cristóbal Colón, que deseoso de probar la veracidad de su teoría, emprendió el viaje. Hombres de mar, soñadores como él, lo secundaron. Estaban impulsados por la necesidad de encontrar un nuevo horizonte para sus vidas. Fueron días de riesgos, asombros, dudas y esperanzas, coronados por el hallazgo de tierras firmes.
Marca el encuentro de un continente desconocido y su incorporación a la civilización de occidente. Significando un antes y un después en el desarrollo de las ciencias; economía y política, el conocimiento de nuevas razas; lenguas; religiones y numerosas especies de flora y fauna.
Fundaron ciudades, poblaciones y colonias. Hubo escuelas e iglesias, edificios; caminos y puertos. Con la convivencia nació el sentimiento de pertenencia, el sueño de soberanía. Nuevos estados adoptaron su cultura y se unieron al mundo como naciones soberanas. Así, lejana y laboriosamente, nacieron los países americanos. Así también se gestó nuestra patria Argentina.
