Señor director:

Dicen que una golondrina no hace verano. Y, me parece que es cierto. La referencia que hago es que yo me había alegrado mucho cuando una cuadrilla de trabajadores de la Municipalidad de Rivadavia, limpió con ahínco la calle Dorrego y la plazoleta San Juan Pablo II. El motivo era que durante unos días se celebraban las fiesta patronales en honor a la Virgen de Lourdes.

Pasaron estos festejos religiosos y todo volvió a la "normalidad''. La basura desborda los dos recipientes colocados por el municipio. La calle queda en una parte obstruida por distinto tipo de residuos y olores nauseabundos.

Los vecinos pedimos que se haga presente algún inspector, o bien la policía o alguna autoridad competente para multar o hacerle caer el peso de la ley a las personas inescrupulosas que hacen de esta calle un basural.