Señor director: 


Oportunamente obtuve en las oficinas de Eco una tarjeta de estacionamiento, con sus respectivos adicionales, la que era recargada en forma automática debitando de mi cuenta en Banco San Juan al llegar a un mínimo preestablecido.  


A mediados de enero, al querer utilizarla, el responsable de la cuadra, muy amablemente, me informa que tenía sólo $17,50. Tuve que resignarme a estacionar una hora sin poder disimular la impotencia que tal situación me causaba. 


Al concurrir a la oficina de Eco de calle Rivadavia, me informan que el convenio con el banco había sido rescindido por dicha empresa municipal y que para recargar la tarjeta, sólo recibían efectivo y no entregaban comprobante alguno. Además, que no disponían de un libro de quejas donde dejar plasmada tales irregularidades. Por otra parte, la recarga no era inmediata sino que debía esperar al próximo día hábil y no me aceptaron la suma de $200 bajo el absurdo pretexto que tenía que ser por $180, toda vez que "debían ser múltiplos de 10". Inexplicable actitud siendo que 20 x 10 = 200. 


Esto es un lamentable retroceso en el manejo del abono por el servicio que presta el Eco y resulta lamentable que en pleno siglo XXI haya funcionarios que tomen decisiones irreflexivas y absurdas que perjudican a los usuarios. 


¡Por favor, que alguien se haga cargo de tamaña estupidez y vuelva las cosas a su estado anterior!