Señor director:

En este mes de diciembre como en el resto del verano, se suelen hacer varias fiestas patronales. Ya vivimos la de Inmaculada Concepción, Santa Bárbara y Santa Lucía, entre otras. Al asistir a esas celebraciones, recordaba las patronales allá por los años de la década de 1970, cuando las kermeses eran tan lindas. Sin dudas, para los niños, era el centro de atracción, tanto para los más pequeñitos, como para aquellos más grandes que ya habían hecho la primera comunión. Ese, precisamente, era un momento muy especial. Las niñas con sus vestidos blancos, sus rosarios, sus guantes, todo blanco. Los varones con su trajecito oscuro con su rosario, su libro de catequesis y muchos nervios.

Sí, era un momento sublime, muy importante porque era como presentarse delante de Dios.

Hoy, como ayer, es importante inculcar los valores a los niños y decirles que Dios los ama y que siempre estará a su lado.