Señor director: 


Dos documentos de Juan Pablo II señalan muy claro el sentido de los pedidos de perdón que hace la Iglesia Católica, cuando lo considera oportuno, teniendo en cuenta la magnitud y extensión de los pecados cometidos por sus hijos. "En este año de misericordia, la Iglesia, persuadida de la santidad que recibe de su Señor, pido que se postre ante Dios e implore perdón por los pecados pasados y presentes de su hijos'' (Bula Incarnationis Mysterium, II).


"Así es justo que, mientras el segundo milenio del cristianismo llega a su fin, la Iglesia asuma con una conciencia más viva el pecado de sus hijos, recordando todas las circunstancias en las que, a lo largo de la historia, se han alejado del espíritu de Cristo y de su Evangelio.