
Es cuestión de recorrer distintas calles céntricas y observar. No sólo eso, a veces debemos esquivarlos, para no quedarnos con nuestros cuellos enroscados en ellos. Se trata de los cables aéreos que están alrededor o colgando en árboles de plátanos, pilares y hasta en carteles públicos municipales. A veces, esta concentración de cables de distintos grosores y longitudes, no se sabe si tienen corriente eléctrica o si están desconectados. De todas maneras, no deberían estar ejerciendo el papel intimidante de su presencia a pocos centímetros de las veredas, con el peligro que supone esta contaminación aérea, como le llaman los especialistas.
En la foto sacada en la vereda Oeste de calle Mendoza casi Santa Fe, puede observarse un serpenteo de cables que bajan de árboles, se trepan en carteles que hasta impiden en cierta forma la visualización de la información, y siguen hacia otro árbol. Todos prolijamente atados en algunos lugares. Pero, esta situación que describo también se manifiesta en diferentes lugares de la ciudad y del microcentro desde hace ya varios años, sin que las autoridades correspondientes hicieran algún tipo de acción para quitar esta maraña de las veredas.
Se hace indispensable corregir estos problemas que afectan tanto a la seguridad pública como a la integridad física de las personas, teniendo en cuenta que, en este caso, pueden ser cables de empresas privadas como públicas. No hay que esperar a que ocurra una desgracia como la pérdida de vidas humanas, para recién tomar medidas.
Edgardo Londoño DNI 16.190.591
