Señor director:
Hoy estamos consternados/ ante los hechos vividos/ ¡Será un aviso de Dios por las faltas cometidas!// Solo sé que tengo miedo/ ante el gran poder divino.// Él castiga sin mostrar/ el látigo merecido.// Yo pido perdón a Dios/ por no haber obedecido/ las leyes que nos mandó/ para ser cristianos dignos.// Dios poderoso y eterno, perdona nuestros pecados./ Sé que tu amor es un bálsamo/ para el hombre y su destino.
Ernesta Rombolá Dibella de Belbruno
DNI 8.086.724
Profesora en Letras
