Señor director:

Observando partidos de fútbol femenino, me encontré con muchas situaciones, a mi entender, injustas. Algunos equipos tienen que comprarse la indumentaria o confeccionarlas. Incluso juegan con zapatillas en vez de botines de fútbol que tienen tapones. Eso me causó mucha tristeza, porque los espectadores vemos el sacrificio que hacen las chicas para jugar a este deporte. Uno de estos casos es el de las chicas de Desamparados y de otros equipos que sufren una "pobreza franciscana" para poder presentarse a jugar y tratar de dejar bien alto el prestigio de sus clubes. 


La verdad, sólo escribo esta carta como mujer y aficionada que quiere ver el desarrollo del fútbol de damas. Es de esperar que los dirigentes, como los sponsors e incluso el Estado mismo, puedan colaborar de alguna manera para solucionar este problema.


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