Señor director: 

Nuestro país tiene variedad de paisajes que inspiraron a los escritores. El primero de abril de 1801, en el Telégrafo Mercantil, Manuel José de Lavardén, publicó la "Oda al majestuoso río Paraná”. El Telégrafo Mercantil fue el primer periódico de Buenos Aires, fundado a instancias de Belgrano. 

Manuel José de Lavardén nació en Buenos Aires en 1754 y falleció en 1809. Estudió en Charcas y cursó Jurisprudencia en España. Fue miembro del Cabildo de Buenos Aires y luchó en la primera invasión inglesa en 1806. Se destacó como precursor de la Revolución de Mayo. 

En 1789 estrenó la obra teatral "Siripo”, tragedia basada en la leyenda de Lucía Miranda y sus amores con un cacique. 

Oda es una composición en verso con tono de alabanza, perteneciente al género lírico. La "Oda al majestuoso río Paraná”, escrita por Manuel José de Lavardén, es una invocación que presenta al río como un dios fluvial, símbolo de prosperidad y abundancia. 

En los primeros versos invoca al augusto Paraná, que recorre las regiones en un carro de nácar tirado por caimanes recamados en oro: "Augusto Paraná, sagrado río,/ primogénito ilustre del océano,/ que en el carro de nácar refulgente/ tirado de caimanes, recamados/ de verde y oro vas de clima en clima,/ de región en región, vertiendo franco,/ suave verdor y pródiga abundancia”. 

Lavardén crea una alegoría, un lujoso escenario y se refiere al Paraná como si fuera un personaje mitológico americano: "Bajas con majestad, recorriendo de tus playas los bosques y los antros. 

Extiéndete anchuroso y tus vertientes/ dando socorro a sedientos campos/ dan idea cabal de tu grandeza”. 

Son noventa y ocho versos endecasílabos asonantes de corte neoclásico dedicados al río que nace en Brasil, luego pasa a ser límite entre Paraguay y Argentina y desemboca en el Río de la Plata. 

Tiene el valor de ser la primera poesía al Paraná escrita nueve años antes del 25 de mayo de 1810. Aunque tiene artificios propios de la época, Lavardén, primer autor teatral de nuestra literatura, supo dejar con fuerza rítmica, su "Oda al majestuoso río Paraná”. Se lo considera la figura literaria más representativa de la Buenos Aires virreinal.