Señor director:
En la última sesión ordinaria, la diputada Araceli Ferreyra (Peronismo para la Victoria, provincia de Corrientes) presentó una cuestión de privilegio, porque según ella, fue agredida por sectores "provida”, durante la reunión informativa de la Comisión de Salud cuyo tema era el aborto.
Ferreyra no escatima mentiras para impulsar el debate sobre aborto. Pero hay una, que a fuerza de repetir, está instalando incluso entre sus pares. Decía una vez más al plantear la cuestión de privilegio: "Si desean que disminuya el número de abortos, observen lo que ocurrió en Uruguay, donde, desde que se legalizó, bajó la tasa de mortalidad materna y la tasa de abortos que se practican es menor”.
A poco de legalizarse el aborto en Uruguay, el por entonces subsecretario de Salud, Leonel Briozzo, admitió que hacía unos 20 años no se realizaban estudios que permitieran aproximarse a las cifras de aborto. Por tal motivo, era difícil comparar con precisión si la cantidad de procedimientos aumentó o disminuyó inmediatamente después de la legalización.
Según Briozzo, la cifra histórica que se manejaba en Uruguay hasta el 2012 era del año 1995. Esto en base a un estudio del sociólogo, Rafael Sansiviero, que concluía que se hacían 33.000 abortos clandestinos. "Pero lo cierto es que hay "un período ventana’ que va desde el 2002 hasta el 2012 en que no se manejaron datos ni oficiales ni extraoficiales", explicó.
Uruguay se convirtió en diciembre de 2012 en el segundo país de América Latina (el primero fue Cuba en 1965), en aceptar el aborto a petición en las primeras 12 semanas de gestación y partir de allí hay cifras oficiales.
La legalización del aborto en Uruguay produjo una reducción de la mortalidad materna en los casos previstos por la ley. La cifra, que ya era muy baja, ahora es prácticamente nula. Pero la cantidad de abortos que se practican creció abruptamente.
Según la estadísticas del Ministerio de Salud Pública de Uruguay, durante 2013, se realizaron 7.171 abortos, en 2014 (8.537) y en 2015 (9.362). Si consideramos que la vida del hijo vale tanto como la de la madre e incluimos en las estadísticas sobre aborto ambas muertes, podemos concluir que con la legalización de la práctica, las muertes vinculadas al aborto crecieron más de un 30%.
