Señor director:
Los legisladores, tanto nacionales como provinciales, tienen privilegios que el resto de la sociedad no posee. En cambio, las diversas actividades laborales, para lograr actualizar haberes, deben entablarse negociaciones paritarias.
Los legisladores se auto actualizan sus ingresos sin recurrir a paritarias. Toda persona que comete
actos fuera de la ley, si es procesada, enjuiciada y condenada, no tiene forma de eludirlo. Los legisladores gozan del privilegio oprobioso de los fueros para eludir la acción de la Justicia. De esta forma, se establecen un derecho absurdo, ya que el condenado tiene la opción de eludir la condena. Como ejemplo podemos tomar al ex presidente Carlos Saúl Menem, quien fuera condenado por la venta ilegal de armas a Ecuador. Esto con un agregado más: toda persona que trabaja, debe cumplir sus labores, con consecuencias de hasta pérdida del empleo si no lo hace o lo hace mal. Además, si falta a sus labores, soportará descuentos en sus haberes. Los legisladores faltan y trabajan cuando se les da la gana y cobran como si hubiesen trabajado. Y pensar que todo esto dicen hacerlo para "defender" los intereses de la sociedad.
