Señor director:

Resulta alarmante ver como a nivel general, los distintos sectores del pueblo de San Juan no se preocupan por cuidar los recursos naturales que tenemos ni menos aún en generar acciones que provoquen un mejoramiento de la situación. Si mencionamos el agua, la provincia sufre, desde hace ya varias décadas, la constante disminución de su caudal hídrico, debido a que cada vez nieva menos en la cordillera de los Andes. En ese sentido, desde la década de 1980, que Israel creó el riego por goteo, en San Juan no se hicieron los esfuerzos suficientes para que toda la provincia adoptara esta forma de economizar agua de regadío para nuestros campos. Todo lo contrario, se sigue regando a la antigua, generando volúmenes de agua gigantescos para regar chacras y demás campos. Por otra parte y como siempre se expresan los lectores de vuestro diario y este medio en defensa del arbolado público, vemos con tristeza que durante décadas no se han generado campañas para fortalecer la reforestación masiva de la provincia, para poder combatir la desertificación de la provincia. Debemos tomar conciencia que el cambio climático es una realidad y tenemos que luchar para que, de alguna manera, podamos tener los recursos que necesitamos para vivir. Está en todos los sanjuaninos este desafío. Se imaginan a San Juan sin agua. Ojalá que no suceda.