Señor director:
La cultura argentina recuerda hoy a una de sus figuras destacadas cuyo legado dejó para las siguientes generaciones. Se trata de Homero Manzi, quien nació el 1 de noviembre de 1907 en Santiago del Estero. Fue periodista, poeta, dramaturgo, director cinematográfico. Desde su niñez vivió en Buenos Aires. Sin emplear el lunfardo, compuso poesías evocando el arrabal, dejando testimonio de su geografía barreal de principios del siglo XX. Auténtico poeta, conjugó realidad con versos evocativos que perduran con música de Aníbal Troilo y Lucio Demare.
Describió el mundo circundante en "Barrio de tango”: "Un pedazo de barrio, allá en Pompeya,/ durmiéndose al costado del terraplén.// Un farol balanceando en la barrera/ y el misterio del adiós que siembra el tren.” El barrio fue el escenario de su evocación, como lo expresó en "Sur”: "San Juan y Boedo antiguo y todo el cielo,/ Pompeya y más allá la inundación.// Tu melena de novia en el recuerdo,/ y tu nombre flotando en el adiós.” Con tono elegíaco, le cantó a "el último organito”: "Las ruedas embarradas del ultimo organito,/ vendrán desde la tarde buscando el arrabal.// Y el último organito se perderá en la nada/ y el alma del suburbio se quedará sin voz.”. En una oportunidad dijo que en lugar de ser hombre de letras, prefirió escribir letras para los hombres. Con identidad propia imprimió su estilo en armónica y conmovedora poesía. El sentimiento amoroso vibra en "Ninguna” " No habrá ninguna igual , no habrá ninguna,/ Ninguna con tu piel ni con tu voz.// Tu piel, magnolia que mojó la luna,/ tu voz, murmullo que entibió el amor.// No habrá ninguna igual.// Todas murieron/ en el momento que dijiste adiós.” La tristeza se ahondó en las metáforas de "Malena”: "Malena canta el tango como ninguna,/ y en cada verso pone su corazón.// A yuyo de suburbio su voz perfuma.// Malena tiene pena de bandoneón.”
Homero Manzi falleció el 3 de mayo de 1951. Sus tangos quedaron incorporados en la memoria de los argentinos. Supo encarnar la poesía en letras de tango y expresó lo inminentemente popular. Interpretó el sentir de la ciudad a través de sus barrios y su gente. Con lírica sutil fue el trovador de las cosas cotidianas pintando su entorno y su época. Impuso su estilo personal en la temática arrabalera. Su cantar se mantiene en el latido del pueblo.
