Señor director:
Estas vacaciones, tan esperadas por niños y adultos, resulta propicio para la lectura e ideales para estimularla, no sólo en los niños, sino también en los adultos. Vivimos inmersos en un mundo de lenguajes que nos desafían y exigen su lectura. Los libros que recibe un niño son básicos, y de eso depende que se familiarice y lo motive a leer. La formación de lectores competentes, son precisamente aquellos capaces de leer y escribir diferentes tipos de textos y distintos soportes, prioritarios para la educación. ¡Qué mejor ocasión para disfrutar de la caricia de una mágica historia en vacaciones! Es importante que para que los chicos deseen leer, ofrecerles espacios que les permitan vincular la lectura con experiencias positivas y placenteras en la montaña, la playa el jardín de la casa. Algunos títulos para niños y adolescentes: “Emma Wolf, Las Magas, Guillermo Tangelson La media izquierda del campeón, Ana María Shua, Dioses y Héroes de la mitología griega”. Nicola Riggs, El sol también es una estrella. Para adultos: Wiñazki, La Posmoralidad; Pérez Reverta Eva, Cristina Loza El año de las glicinas Pilar Sordo, Educar para sentir; Bernardo Stamateas, Calma Emocional; Daniel Lopez Rosetti, Emoción y Sentimientos; Cristina Morató Divina Lola, Nelson Mandela y Mandia Langa. El color de la Libertad.
El desarrollo del niño, desde que nace y hasta los cinco años es clave, en todos los aspectos intelectual, psicomotriz emocional y social. El lingüístico no queda afuera, es de mayor importancia, es la base de la comunicación social y contribuye a formar su pensamiento. El ambiente familiar afectivo y cultural, es fundamental para despertar el interés por los libros. Cabe destacar que aumenta la agilidad mental, la capacidad de concentración, favoreciendo las conexiones neuronales. Algunas investigaciones demuestran que los niños que leen en vacaciones tienen mejor desempeño académico.
