Señor director:

Hoy me levanté pensando en mi mamá y Semana Santa. En cómo vivía ella Jueves y Viernes Santo. No prendía la radio. Si lo hacía era para escuchar música sacra. Daba vuelta las imágenes de las virgencitas y las cubría con una carpetita (me decía que el motivo era porque en esos días lloran y hay que saber respetar su llanto). 
Si podía, visitaba la iglesia y si no, rezaba mucho pidiendo siempre por sus seres queridos. Se comía sin carne roja. La casa se trataba de mantener ordenada, pero no se limpiaba como todos los días, porque era un día de luto.

En la tele pasaban películas de la vida de Cristo. Cuál de todas te hacía llorar más. Eran días tristes, pero en espera de "la Pascua de Resurrección", que era cuando volvía la alegría al hogar y a su rostro.

Todo eso queda en nuestros recuerdos. Y, para que no se pierdan, es lindo que se los contemos a nuestros hijos. Que ellos sepan lo que era antes y lo que es hoy vivir en Semana Santa. Te quiero mamá y gracias por tus enseñanzas.