Hay quienes consideran que el doctor René Favaloro fue un sabio de la medicina, pero fundamentalmente de la vida, y que supo vivir aferrado a la bandera de los valores porque nunca renunció a sus principios y convicciones que eran muy firmes. También se dice que fue un visionario, porque la invención del bypass fue parte de un proyecto de él como persona para cambiar el tratamiento en el mundo de la enfermedad coronaria.


Un día como hoy, pero del año 2000, en la ciudad de Buenos Aires, en su apartamento de Palermo Chico, Favaloro terminó con su vida dejando un legado científico de incalculable valor para una Argentina que quería incondicionalmente. 


Este médico de jerarquía que alcanzó fama mundial había nacido en la ciudad de La Plata, capital de la Provincia de Buenos Aires, el 14 de julio de 1923. Su infancia y adolescencia transcurrieron en el barrio El Mondongo, una concentración obrera suburbana recostada sobre la Avenida 122, en el límite con el vecino Partido de Berisso. 


Su padre, italiano del sur, le transmitió su imaginario de prosperidad y promoción social, su naturaleza solidaria y emotiva y la conciencia profesional.


La estructura del bypass -incorporado por primera vez a la cardiocirugía en mayo de 1967- se basó en el desarrollo de la coronariografía que permitió relevar las obstrucciones arteriales, es decir, conocer al detalle la topografía del estado de la aorta y de las arterias coronarias. A su vez, el bypass, el "puente" que sortea el obstáculo y permite irrigar el músculo cardíaco, posibilitó salvar miles de vidas, ya que hasta ese momento no había solución para los infartados o para quienes padecían enfermedades de las coronarias.