Señor director:
Urge que el gobierno le otorgue a la fuerza policial, la autoridad que nunca debió perder. En otros países del mundo a la Policía se la respeta y se la tiene como la fuerza que defiende la ciudadanía y haga lo que corresponda en cada caso. Esto, sin temor a ser humillada, degradada y blanco de todos los improperios que sabemos escuchar. No sólo eso, sino que, muchas veces, hasta pierden la vida.
Debe tenerse en cuenta que el malevaje actúa estratégicamente escudándose en la democracia, la que ellos no respetan.
