Señor director:


Hace unos días, un evento asustó a unas mujeres en un café de la ciudad. Fue cuando una víbora ratonera cayó desde un árbol a la mesa. El susto, y el suceso propiamente dicho, fue motivo para que en redes sociales y en la calle se hablara de la cantidad de roedores, ya sean ratas como pericotes que hay en la ciudad. Sus madrigueras son las acequias y muchas personas hablan que también los hay en depósitos de alimentos y cualquier lugar que sirva para esconderse y tener sus crías. Estos animales suelen reproducirse a una velocidad muy rápida, según los especialistas en la materia. Precisamente esa es la ventaja sobre el ser humano y las autoridades municipales. Es decir que no se actúa en una verdadera campaña para desratizar toda la ciudad de San Juan y departamentos aledaños. Según los especialistas, se sabe que estos roedores son peligrosos porque transmiten enfermedades y se transforman en plaga. Creo que es una cuestión de estado proteger la salud pública en la provincia para evitar males mayores.


Elisa Carreras Loyola   DNI 10.831.476