Señor director:


Con motivo de haberse celebrado el "Día del Maestro'', el pasado 11 de septiembre, concurrí con mis nietos al desfile que se hizo en honor al prócer, Domingo Faustino Sarmiento. Quedé impactado por el amor en los niños al desfilar, como la vocación de los docentes, cuidando cada detalle de sus alumnos. Mientras disfrutaba de esos momentos, pensaba que pese a todas las crisis que en las últimas décadas vive nuestro bendito país, como sanjuaninos, tenemos la obligación de sembrar educación. Sarmiento hubiera querido que todos seamos sembradores de valores, de enseñanzas que engrandezcan la familia y el país.