Señor director:


Los errores, abusos y desvíos que el hombre ha cometido a lo largo de la historia en su sistema de alimentación y de vida, han dejado en él una huella negativa que se transmite a sus descendientes. Así aprendió a refinar sus alimentos; a llevar una vida sedentaria, lo cual lo conduce a su degeneración orgánica; también buscó diversiones o placeres cada vez más intensas, dañando su delicado sistema nervioso; de ese modo, se olvidó que la salud se encuentra en la vida sencilla en contacto con la naturaleza, de la cual es parte. Al mismo tiempo, ha contaminado las aguas y los alimentos, envenenando la tierra polucionando el aire, desertificando el suelo y alterando de tal modo su propio ritmo biológico y del resto de seres vivientes. Por lo cual, estamos a las puertas de una verdadera catástrofe. Esto lo están pronosticando personalidades de máxima autoridad científica. Además confirman de ese modo, lo que el naturismo afirma desde hace siglos. Pero estamos a tiempo de evitar esa catástrofe, retornando a una vida natural, de forma inteligente, valiéndose de los adelantos técnicos, pero evitando todo aquello que de una u otra manera, atente contra el equilibrio físico, mental y espiritual del hombre.


Dr Francisco Lázzaro   Médico - MP 1760