Señor director:

Deseo expresar mi total disconformidad con el sistema de cobranza que compulsivamente implementan algunas empresas de servicio, como la de televisión por cable Supercanal, que sin consulta previa ha dejado de enviar la boleta impresa, para hacerla llegar por correo electrónico con la incomodidad de tener que imprimirla para poder pagarla.

Pero eso no es todo, hay una serie de aspectos que voy a enumerar y que para mí son muy preocupantes: En primer lugar, utilizan una cuenta de correo electrónica sin avisar o pedir autorización. Por otro lado obligan al usuario o cliente a tener que imprimir la factura sin tener en cuenta si posee impresora y sin considerar el costo que implica esta acción en una fotocopiadora o cyber.

Todo esto lleva a otro propósito, y es que los usuarios adhieran al débito automático a través de alguna tarjeta de crédito, algo que a mi criterio se realiza en forma inducida y muchas veces contra la voluntad. Siendo un poco mal pensado, este sistema lleva a que el usuario se encuentre con periódicos aumentos del servicio casi sin darse cuenta y sin tener la posibilidad de pedir explicaciones sobre los porcentajes en que se ajusta el precio.

El problema mayor es que si por cualquier motivo no se puede imprimir la boleta y pagarla en término, luego viene la aplicación de intereses constituyéndose en una "'bola de nieve'' que se hace difícil de pagar. También el corte del servicio, con los inconvenientes propios que esto acarrea.

Espero que Defensa al Consumidor se haga eco de oficio de esta ésta situación y solicite a las empresas que implementan estos sistemas de pago que, al menos, lo consulten con los clientes. O que les prohiba hacerlo, que es lo que correspondería.