Se conoce como comprensión de textos, a la serie de pasos necesarios para identificar la idea principal de cualquier tipo de lectura, aumentando nuestro nivel crítico sobre ella. Subyace una interacción total entre lector y texto. El primer paso consiste en el reconocimiento y lectura de las palabras. El segundo, establecer conexión entre las palabras. Y por último, extraer el significado del texto.

El domingo pasado escribí sobre el drama de la educación argentina. Para ello recurrí a los argumentos de gente experta en el tema educación, lo cual estoy muy lejos de serlo e hice mención a quien había elaborado una síntesis de los cuatro misiles, que dieron, según él, en la línea de flotación de nuestra educación. Es decir cité la fuente. Pero encontré este comentario de un lector, en la edición digital: "El corte y pegue no fue ni será una buena técnica. Despójese de su afinidad política, si su objetivo es ser periodista".

Lejos de molestarme y de sentirme descalificado por su contenido, traté de extraer del mismo, elementos para el análisis, y que vienen, por el contrario, a confirmar lo dicho en ese artículo. No lo conozco al señor, pero concluí en que se había convertido, exactamente, en un ejemplo paradigmático de lo que quise decir en la mencionada nota. Sobre que nuestra escuela no forma, no enseña adecuadamente, no despierta sentido crítico, y fomenta el atajo que significa descalificar sin fundamentos, y someterlo todo a la simplificación de la lógica amigo-enemigo, que tal vez le enseñaron a practicar en la misma escuela, o vaya a saber dónde.

 

  • Comprensión de texto

Es evidente que el texto no lo leyó bien y, por lo tanto, no lo interpretó correctamente. Es más, lo pasó sin miramientos por una lógica dicotómica o binaria, que consiste en encasillar a quien escribe, en determinada ideología, con la cual él no se siente identificado, aparentemente. Y demostrando, que tampoco se preocupó en interpretar qué quise decir, o no le interesó y simplemente lo tachó y le puso un "mal", así de grande, con rojo y mayúscula.

De haber leído bien, habría entendido que lejos de arrogarme ser una autoridad en el tema, primero confesé no ser un experto, y que reeditaría los conceptos vertidos por el profesor Jorge Angelini, en una entrevista televisiva y que me parecían de interés compartir con los lectores. El objetivo fue abrir un debate sobre el tema, proyectando en nuestro medio el interés despertado en otras provincias por un grupo de profesores, que decidieron decir "basta" al estado actual de la educación, que puede resumirse en la gráfica expresión "no puedo decirle aprobaste, a un alumno que no aprobó" solo por mejorar una estadística. Entonces, aquel corte y pegue que habría practicado y que me recomienda abandonar si quiero ser periodista, no fue tal y se habría dado cuenta con haber leído bien lo escrito, y no hubiese caído en ese descalificativo fácil, y que lamento en él porque habla de su escasa, o nula, capacidad de justamente, interpretar un texto.

 

  • Segundo elemento

Ahora vamos al segundo elemento introducido en su breve comentario "despójese de su afinidad política". Mucho me hubiese gustado me esclareciera a que afinidad supuestamente adscribo. Pues, para mí, no la tengo, o no la conozco. Lo que tengo, si, son ideas de lo que entiendo cómo deberían ser las cosas. Mayormente ligadas al sentido común- Que se pueden compartir o no, está claro. Pero las expreso porque quiero aprovechar al máximo la oportunidad de escribir que me da DIARIO DE CUYO, que me otorga libertad para hacerlo, y porque considera que habrá alguien a quien tal vez le interese lo que pueda decir u opinar. No lo hago tendenciosamente ni en favor ni en contra de nadie. En este caso, también lo exprese en la nota, al sostener que no se trata de ideologizar, sino de medir resultados. Lo que sería finalmente en favor de la educación y en contra de normativas que, a mi parecer y al de los entendidos en el tema, están produciendo generaciones de jóvenes carentes de espíritu crítico, endebles en matemáticas, en lengua y comprensión lectora, y en general en todas las disciplinas. Como dijo el ex presidente uruguayo José Mujica, "seres prescindibles".

Por último quiero insistir en el carácter dicotómico del enfoque del lector de marras. Se refiere a mi supuesta afinidad política, que estaría en contra de las administraciones en las cuales se elaboraron aquellas normativas. Menen, Duhalde, Scioli y Alberto Fernández. No advierte el lector, que implícitamente también remite a los cuatro años de Macri, que dejó intactas esas normativas. O sea que, si hubiese el señor conectado lo que estaba leyendo, con aquello que estaba implícito aunque no expresado, habría caído en la cuenta que el comentario no era "pro" ni "contra" nadie. Mentalidad dicotómica para quien todo o es blanco o es negro, sin matices. En este caso, o se es peronista o macrista. Simplificación que ahorra argumentar y me brindó la oportunidad de tomarlo como ejemplo, exactamente, de lo que se quiso decir en aquella nota, sobre el drama de la educación argentina.
 

Por Orlando Navarro
Periodista