Señor director:
En el Día de la Madre envío mi homenaje para ellas. ¡Madre! Qué palabra apacible, leal, asombrosa y mágica. El que tiene la madre a su lado es feliz y no lo sabe porque solo su presencia, su mirada, sus gestos lo llenan de bienestar. Aquel que ya la ha perdido, sangra de una herida profunda, e increíblemente dolorosa, ya que ella es irreemplazable en nuestras vidas. A continuación rememoro a todas las madres a través de la poesía: "Soneto”.
¿Qué puso Dios en tu sustancia, madre/ para ser sol, estrella, lira, llama,/ esencia de la flor, paz de la tarde,/ vigía en el dolor y luz del alma?// Qué vertiente de amor, brota en ti, madre/ al ser paloma, vuelo, nido y calma,/ bálsamo celestial, leño que arde,/ lluvia de abril en agitadas ramas// Recógeme otra vez, dame tu aliento/ sobre el regazo tibio y sosegado;/ yo beberé en tu piel aquel sustento// volviendo el tiempo a ti, tiempo añorado/ y así esta honda soledad que siento,/ será un momento de dicha enajenado.
