Señor director:


Recuerdo cuando era niño y los fríos del invierno en San Juan se hacían sentir bastante. Mientras mi papá trabajaba, en el calor del hogar estábamos mi mamá, mi hermano y yo. Eran tiempos de un solo canal de televisión y de leer revistas y el diario que se compraba todos los días. Inventábamos juegos y mi mamá se tomaba tiempo para charlar con nosotros, aconsejarnos y ayudarnos con las tareas que nos daban las maestras en la escuela. Eran tiempos en que cada día nos llevábamos a casa 5 ó 6 hojas de deberes, y muchas más para el fin de semana. Creo que, quienes recuerden esas épocas, deberían tomarse su tiempo ahora con sus hijos, para tratar de acercarse y charlar, en medio de esta situación que se vive en todo el mundo. Cualquier motivo y momento es bueno para acercarnos y saber cómo están nuestros hijos. Sería una buena manera de aprovechar estos días de cuarentena colectiva.


Ramón Ochova
Poeta costumbrista