Señor director:  


Una vez más quiero compartir con los lectores estas anécdotas surgidas en la Cuarta Región de Chile. Recuerdo un "corrido mejicano'', música que revela detalles curiosos para la comprensión de una decisión final ante los caminos cerrados. Cuando tal como en el quijote aparece una sobrina preocupada. Donde el primer galope otoñal pasa cerca de la muerte entre hojarasca crujiente y vientos norteños. En su caballo alazán...  


Los arquetipos humanos de archivos fotográficos en blanco y negro o color sepia, parecen detenidos en el tiempo. Por lo menos, en la imaginación de cada cual, asoman rescatados de la cámara insólita del fotógrafo pionero en el periodismo gráfico. Joyas públicas o privadas. Testimonios con un toque de arte. Lejos estaban aún - siglo XIX -, las escuelas especializadas: cine, diseño, fotografìa y otras.  


"Año de 1800 - 88 al contado, / Heraclio Bernal, murió por el gobierno pagado./ Estado de Sinaloa;/ gobierno de Mazatlán / ofrecieron diez mil pesos / por la vida de Bernal. / La tragedia de Bernal empezó / por una espada de plata / que dicen que se robó./ ¿Qué dice el cura? ¿Qué dice el juez? / Ya están los caminos libres / vámonos pa' San Andrés...''  


En el desenlace, el protagonista - ya enfermo -, pide a su "compadrito'' Crispín que lo entregue para obtener la recompensa. Para el televidente interesado en el cancionero latinoamericano, aquí y ahora, encuentra la idea de la Santa Muerte y otras vinculadas al Bernal del corrido mejicano.