Señor director:


La imagen del presidente saliente y el electo, Mauricio Macri y Alberto Fernández, respectivamente, estrechados en un abrazo fraternal es el anhelo de que se prolongue en el tiempo entre todos los argentinos. Este llamado a la paz, que se hizo desde la iglesia católica junto con otras religiones como la evangélica, judía y musulmana, se concretó el pasado domingo en la Basílica de Luján, provincia de Buenos Aires. Eliminar toda grieta fue una de las consignas. Quienes pudimos seguirlo por televisión, vimos momentos de madurez política y acercamiento entre sectores de pensamientos ideológicos diferentes. Pero que en definitiva, todos vivimos en esta tierra bajo la misma bandera. Ante este grato acontecimiento ocurrido, los creyentes no debemos bajar los brazos y seguir en constante oración por el país, las nuevas autoridades y el anhelo de que en Argentina reine el amor de Dios, la paz, la prosperidad y la justicia.



Fernando Rossi   DNI 12.728.287