Señor director:
Miles de personas, en su mayoría jóvenes, se sumaron a la peregrinación que se llevó a cabo hacia Ceferino Namuncurá, en San Martín. El común denominador fue, buscar a Dios y pedirle socorro, por medio del beato patagónico. Rezos, clamor y lágrimas en los rostros de los sanjuaninos que caminaron desde la catedral desnudaban las almas de los peregrinos. El motivo era por demás claro y contundente: los tiempos oscuros de tinieblas que vive el pueblo argentino en general. Sin embargo, la fe en Dios es lo que prevaleció en esta jornada dominguera. Me quedo con esa actitud de fe y en esperanza de que el Todopoderoso enderezará los caminos del pueblo argentino, para que vivamos en un país próspero y en paz.
