Señor director:

Muchos sectores de la comunidad nacional e internacional vieron con ojos críticos, tanto la organización como la realización del velorio en honor a Diego Maradona, ex futbolista mundialmente reconocido. Por desgracia, vivimos un año de pandemia y los contagios por el virus se tornaron incontrolables en el mundo entero, lo mismo que en Argentina. Por eso mismo, las críticas hacia lo acontecido en las últimas 48 horas en Buenos Aires, me parecen justificadas. Esto porque se estima en alrededor de un millón de personas que se movilizaron en la Ciudad de Buenos Aires a los lugares donde se le tributaban honores a esta persona. Lo más triste es que desde hace 8 meses, las máximas autoridades nacionales hicieron Decretos de Necesidad y Urgencia para evitar y castigar legalmente a quienes infringieran las disposiciones oficiales para "evitar contagios". Es injusto. Lo mismo que los límites de las provincias donde los argentinos no pudieron ni pueden ver a sus parientes ni despedirlos en caso de morir. Y ser tratados como extranjeros en su propia tierra. Son muchas cosas las que sucedieron y muchas lecturas que dio el velorio y sepelio de Maradona. No es mi intención criticar ni apuntar dardos contra nadie. Cada uno sabe en su conciencia y ante Dios, cómo actuó y actúa. Sólo quiero manifestar que debemos, de alguna manera, sanar esta sociedad enferma moralmente. Necesitamos recuperar los valores, la confianza en las instituciones y en las leyes. No puede haber un país de los derechos para unos y castigos para otros.

 

Soledad Brainer
DNI 11.272.035