El 30 de agosto del año 1878 nacía, la que luego con el tiempo sería mi abuela materna. Fue en su Jáchal natal, bien criolla, de costumbres de campo y una vocación por ir a la escuela. La familia se trasladó a la Capital de San Juan, más precisamente al "Pueblo Viejo" de Concepción, por calle República (hoy Juan Jufré) a los fondos de la iglesia de la Inmaculada Virgen María. A sus 6 años empezaba la escuela primaria, a la que siempre quiso ir. Por calle Tucumán pasando Chile, en los terrenos del señor Florencio Aubone, estaba la escuela y pegado a ella, un patronato de menores. A esa escuela de nombre "Fray Justo Santa María de Oro" concurrían varios niños de la zona.

Ese año 1884, San Juan se vistió de fiesta, pues llegaba a la provincia el Gran Domingo Faustino Sarmiento. Todo un acontecimiento. Venía a inaugurar la Casa de Gobierno y el agua corriente de la Plaza 25 de Mayo. Sería su última visita a su provincia natal.

Por una cuestión lógica, los niños escolares serían los invitados más importantes. Es por ello que esta escuela se trasladó con sus alumnos para recibir a Sarmiento. Todos llevaban flores para regalárselas. Según mi abuela, esta fue su experiencia de vida más importante. Nos contaba de cómo conoció a Sarmiento, con un orgullo y alegría de niña asombrada. "Lo ví pasar con otros hombres de trajes oscuros, de moño y bastón. Se veía viejito, pasó y nos levantó la mano junto al bastón. Nosotros le tirábamos flores. Estábamos formados por la calle de las Casa de Gobierno, donde habían muchos más niños que representaban a distintas escuelas".

Rosa Acosta Díaz, de derecha a izquierda de la segunda en la fila de arriba hacia abajo. Guardo esa foto porque esos niños fueron los que vieron a Domingo Faustino Sarmiento la última vez que visitó San Juan. La foto pertenece a "Fotografía Mitre", ubicada en calle Mitre al 1265, San Juan. A estos niños la vida los premió. Gracias a mi abuela que nos contó su alegría y guardó la foto, que hoy es historia, una historia casera, que la gran figura de Sarmiento, siempre la hace presente.