Señor director:

Los sanjuaninos sabemos que hay muchas calles del Gran San Juan peligrosas y difíciles para transitar. El más mínimo error al conducir puede generar un incidente vial con consecuencias inimaginables. Una de esas arterias viales es la avenida Paula Albarracín de Sarmiento que divide Capital y Rivadavia, a la altura de Calle Laprida, a pocos metros de Benavídez. Es insólito, pero ahí hay bache y pozos asfaltados. Es decir que luego de arreglos hechos por OSSE, no se hizo un buen trabajo de compactación para luego asfaltar. Es tan solo un caso. También se pueden mencionar calles con grietas enormes en pleno centro de la Capital como en tantos otros sitios. Es fundamental que calles y avenidas estén en buen estado de transitabilidad, para evitar accidentes, muertes y daños materiales.