Esta reserva natural alberga a una gran variedad de especies animales que no se encuentran en el resto de territorio.


Área protegida de San Juan, la Reserva de Uso Múltiple de Valle Fértil, de 800 mil hectáreas de superficie, fue declarada como tal en 1971 ante la necesidad de preservar la riqueza natural de las sierras del departamento y ayudar a la armónica convivencia entre los recursos silvestres del área, sus ricas flora y fauna, y la actividad productiva de sus habitantes. Ubicada en el centro este del territorio provincial, se extiende fundamentalmente por Valle Fértil, pero también ocupa extensiones de los departamentos Caucete y Jáchal. Abarca parte de la Travesía Ampacama, de la Sierra de Pie de Palo, de la Sierra de Valle Fértil y el piedemonte (punto donde nace una montaña) oriental de la Sierra de la Huerta. Tiene como límite oriental la Ruta Nacional 150, y dentro de la zona protegida se encuentran las localidades vallistas de mayor población como San Agustín, Astica, Usno, y otras también turísticas, aunque menores, como La Majadita, Las Tumanas y La Mesada. Desde la secretaría de Estado de Ambiente y Desarrollo Sustentable que dirige el licenciado Raúl Tello, se advierte que esta reserva, también calificada de Parque Natural, nació "con el propósito de proteger la biodiversidad de una región muy particular dada por la transición entre las provincias fitogeográficas del Monte y el Chaco (Serrano y Árido)". Se asegura que es uno de los sectores de la provincia con mayor riqueza natural ya que alberga "a una gran variedad de especies que no se encuentran en el resto de territorio, por ejemplo, el Rey del bosque y los bosques de Horco quebracho". Por ello, entre la flora principal se pueden encontrar ejemplares de quebracho blanco, algarrobos, mistol y tala. A su vez, el informe también señala que en algunas quebradas orientales de la Sierra de Valle Fértil y de La Huerta, se pueden encontrar bosques de quebracho colorado u orco-quebracho, que son árboles de hojas corpulentas y con frutos membranosos de color verde al principio, tornándose rojos, a veces en forma de racimos. Otra maravilla de la zona es la fauna, ya que se pueden observar atajacaminos, tijeretas, el picaflor cola de cometa o la martineta común, mientras que entre las quebradas se encuentran golondrinas barranqueras. Se sabe que, en los ambientes de ríos, arroyos y espejos de agua, se descubren "la garza blanca, garcita blanca, la garcita azulada, la garza bruja, el biguá, el pato picazo y el pato zambullidor chico, el carpintero del cardón, el jote cabeza negra, el jote real, el águila mora y chuña patas negras". Además, también se apunta que hay una amplia diversidad de aves canoras.


Esta reserva, creada en el año 1971, cumple en este 2021 cincuenta años protegida a través de la Ley Provincial Nº 3666, instrumento legal que, según Tello, también dispone facilitar "la realización de estudios y actividades de investigación científica, preservando las condiciones naturales de la región y regulando el desarrollo turístico, con estricto control sobre eventuales acciones nocivas para el ambiente". El atractivo de toda la zona señalada, incluye, además, adentrarse en la cultura de los Sierras de Elizondo, Rivero y Chávez, y de localidades como San Agustín, Baldecitos y Usno.

Por Luis Eduardo Meglioli
Periodista