El equipo de rugby "Old Christians" accidentado en la cordillera de los Andes. 


Cuando Lucho Román relataba para Radio Colón el "Mayo Francés'', lanzó la frase: "El mundo no está peor que antes, está mejor informado". En lo que va de este siglo, la información dice que muchos personajes de Uruguay vienen opinando duro y parejo sobre Argentina. En 2002 el presidente Eduardo Batlle dijo: "Los argentinos son una manga de ladrones del primero al último''; en 2013, otro presidente, José Mujica, refiriéndose al matrimonio Kirchner, opinó: "Esta vieja es peor que el tuerto''; en 2014. Para completar la saga, hace poco, en el programa de Andy Kusnetzoff, Carlos Páez, sobreviviente de la Tragedia de los Andes, aseveró: "Los argentinos tienen capacidad para "farandulizar" todo, si el accidente andino hubiese sido hoy, seguro nos hubieran invitado al "Bailando por un Sueño". Paradójicamente, a la misma hora, pero en el programa de Mirtha Legrand, otro sobreviviente, Roberto Canessa, una vez más presentaba un libro. Aquel hecho trágico ocurrió el 13 de octubre de 1972 cuando un avión alquilado a la Fuerza Aérea Uruguaya se precipitó en el Glaciar de Las Lágrimas, de Malargüe, Mendoza, en Los Andes, a 1 kilómetro del límite chileno. El vuelo transportaba a exestudiantes del Colegio Stella Maris, de Montevideo. Formaban el equipo de rugby Old Christians que disputaría un encuentro con el Old Boys, de Chile. Además de familiares y amigos en un total de 40 pasajeros, más 5 tripulantes. A pocas horas de la catástrofe, algunos aviones sobrevolaron la zona, pero los conmocionados sobrevivientes no pudieron quemar los neumáticos de la aeronave, lo que habría facilitado su ubicación. También pecaron de excesiva confianza y rápidamente acabaron con las provisiones. Cuando a través de una radio "Spica'' escucharon a los 8 días que se suspendía la búsqueda hasta el otro año. Con un ingenio admirable fabricaron pertrechos para la nieve con elementos del fuselaje. Recurrieron a una decisión cuestionable al practicar antropofagia. Más cuestionable fue la forma de llevarla a cabo, dejando de lado a mujeres y parientes y comenzando por los seres menos conocidos. Esta excepción permitió a Fernando Parrado, después de producido el rescate, regresar los cuerpos de su madre y hermana, para sepultarlos. Sobre el 12 de diciembre, Roberto Canessa, Fernando Parrado y Antonio Vizentín (desistiría a los 3 días) emprenderán una épica travesía,. Luego de 10 días lograrán avistar al arriero Sergio Catalán, que dará aviso a un destacamento de Carabineros ubicado en Puente Negro y el 22 de diciembre se producirá el rescate de 16 sobrevivientes. San Juan se informó a través de La Cadena de los Andes (LV1 y LV10) y el meteorólogo Bernardo Razquin junto a DIARIO DE CUYO y Tribuna de la Tarde. Todos coincidieron en titular aquello como "Milagro de Navidad''. Muchos sobrevivientes han "mediatizado'' el tema a través de películas, libros, charlas, conferencias, reportajes, avisos publicitarios, etc. Parrado bautizó un cerro con el nombre de su padre "Seler''. Canessa se presentó como candidato a presidente y no llegó al 1%. En contraposición, Bobby Francois, se ha mantenido al margen y en el libro "La Sociedad de la Nieve'', de Pablo Vierci, dijo: "Es muy difícil enfrentar a las madres de los muertos y escucharlas decir que prefieren no verme. No puedo ir a un lugar donde me aplaudan. Nunca comprendí qué es lo que aplauden''.


Los sobrevivientes no son héroes, lo son los muertos. Pero es verdad, tampoco son los villanos de la historia. Son hombres de carne y hueso que les tocó estar ahí.

Por Sandra Alaniz   DNI 21.359.969