En relación a los últimos sismos que se han venido registrando en la Región y, particularmente, al terremoto que tuvo como epicentro la localidad de La Serena, en Chile, el sábado último -que afortunadamente no tuvo mayores consecuencias ni para la población local ni para los turistas sanjuaninos que se encontraban en el lugar- hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones antes, durante y después de que se producen estos fenómenos.
> Para antes de que ocurran, tanto las autoridades de gobierno como la población en general deben considerar la necesidad de cumplir con los siguientes puntos:
- Establecer un plan de prevención sísmica para el lugar.
- Ubicar y señalizar zonas seguras o libres de riesgo.
- Designar responsables para cortar los servicios de agua, gas, luz y otros suministros.
- Disponer de luces de emergencias, linternas y radio a transistores.
- Contar con una mochila o bolso con elementos de primera necesidad como agua y abrigo.
- Verificar periódicamente el funcionamiento de puertas y portones.
- Señalizar y mantener libre de obstáculos las vías de escape.
- Establecer un plan de emergencia familiar.
- Participar activamente del funcionamiento del plan de emergencia sísmico.
> Mientras se produce el sismo se deben acatar las siguiente recomendaciones:
- Tener calma y proceder de acuerdo con lo establecido en el plan de emergencia.
- No permanecer en lugares donde existan objetos cuya caída pueda provocar accidentes.
- No salir a balcones bajo ninguna circunstancia.
- No usar ascensores.
- Si se encuentra en un local con aglomeración de personas (autoservicios, templos, cines, etc.), permanecer en el lugar y aplicar las medidas de protección. No acudir inmediatamente a la salida.
- Ser solidario con los semejantes frente a la emergencia.
> Una vez transcurrido el movimiento telúrico hay que actuar la siguiente manera:
- Intentar resolver los problemas inmediatos; la ayuda puede tardar en llegar.
- Verificar si hay heridos y practicar los primeros auxilios.
- No caminar descalzo, ni a oscuras.
- Controlar que no haya pérdidas de agua, gas y electricidad.
- No usar, salvo casos de extrema necesidad, el teléfono, vías de transporte y servicios públicos.
- No encender fósforos, ni conectar llaves eléctricas.
- Utilizar linternas a pilas o baterías para iluminarse.
- Estar informado a través de cualquier medio, ya que puede recibir noticias y recomendaciones importantes.
- No propagar rumores infundados.
- Obedecer las instrucciones del personal encargado de manejar la emergencia sísmica.
- Observar si el edificio está deteriorado y consultar con un profesional especializado a fin de determinar las condiciones de seguridad sísmica del mismo.
Por Dora López de Bustos Docente