Las complicaciones que afronta la Argentina en el aspecto sociopolítico y económico hicieron que un hecho de gran trascendencia dentro de las relaciones bilaterales con Chile haya pasado casi desapercibido. El pasado 1º de Mayo, mientras se celebraba el Día Internacional del Trabajo y en nuestro país se recrudecían las críticas por la actual situación económica-financiera, la Argentina y Chile ponían en vigencia un acuerdo de libre comercio que permitirá estrechar los lazos comerciales entre ambos países, dentro del objetivo de optimizar las relaciones económicas en beneficio mutuo.


Está previsto que este Acuerdo de Libre Comercio posibilite una actualización y mejoramiento de la relación comercial que existe con Chile, desde hace más de 20 años, con arancel cero y permita optimizar el Acuerdo de Complementación Económica N¦35 -establecido en el marco de la ALADI- que definió las relaciones comerciales entre Chile y Mercosur desde 1996. Se abarcan áreas como inversiones, servicios, compras públicas, telecomunicaciones y comercio electrónico. También otros temas como medio ambiente, trabajo, género, pymes, cooperación y política de competencia.


Hay que tener en cuenta que uno de los objetivos principales del acuerdo es mejorar las condiciones generales para el desarrollo de las Pymes de ambos países, algo que es considerado de gran necesidad dada la coyuntura económica de ambos países y urgencia de reactivar este sector de la producción y el comercio.


Dentro de este pacto bilateral sobresalen los siguientes aspectos:

  • El capítulo de Compras Públicas, que es el primero en esta materia que suscribe Argentina. Permitirá que las Pymes chilenas y argentinas participen en las licitaciones que se realicen en ambos países, compitiendo en igualdad de condiciones.
  • Otro Capítulo interesante es el de Comercio Electrónico, el cual promoverá este tipo de intercambio comercial a través de disposiciones que buscan facilitar el comercio por esta vía y mejorar las condiciones en las que los proveedores de servicios y productos digitales chilenos y argentinos operan en ambos mercados, es decir las Pymes chilenas y argentinas podrán exportar al mercado de Argentina y Chile de una forma más expedita a través de diferentes portales electrónicos.
  • El nuevo marco jurídico más moderno y equilibrado para el desarrollo y la protección de las inversiones, dará mayor agilidad y certidumbre en el comercio bilateral de bienes.
  • El compromiso de la eliminación del roaming en las telecomunicaciones, facilitará y bajará sustancialmente los costos para comunicaciones entre connacionales, lo que ayudará tanto a las negociaciones comerciales, como al turismo.
  • En el ámbito laboral, por medio de la aplicación de la legislación laboral y el respeto de los compromisos internacionales como miembros OIT, se proyecta un mayor resguardo al trabajo digno.
  • En materia Medioambiental, se establece el compromiso de promover altos niveles de protección y aplicación efectiva de legislación ambiental.
  • En el área de Género se busca promover acciones comerciales que favorezcan a mujeres a través de un Comité.


Los acuerdos de última generación que Chile ha negociado con países latinoamericanos, como Uruguay, Argentina y Brasil, dan cuenta de la apuesta nacional por amplificar los beneficios del libre comercio en la región, con propuestas nuevas y marcos jurídicos modernos. Ese es el camino que la Argentina debe seguir para no quedar postergada en el tiempo y dentro de las posibilidades que ofrecen los mercados de la región.

Por Alfredo Correa
DIARIO DE CUYO