La presencia de arsénico en aguas subterráneas impide su utilización en zonas desérticas, alejadas de los cursos de superficie, caso de El Encón, en el departamento 25 de Mayo. Las napas freáticas contaminadas con arsénico es resultante de procesos geológicos naturales, y Argentina es uno de los países más afectados en el mundo no sólo en zonas áridas sino en gran parte de la pampa húmeda, hasta la región atlántica bonaerense.
El arsénico en los acuíferos subterráneos, impide el desarrollo de proyectos agropecuarios y obviamente ataca la salud de la población, pero ahora aparece una solución sencilla y de bajo costo, según investigadores de la Universidad Nacional de La Plata, que han desarrollado un método para remover el arsénico de las aguas naturales y alcanzar los niveles exigidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se trata del empleo de hierro metálico (Hierro Cero-Valente) que se oxida rápidamente dando lugar a la formación de partículas de óxidos de hierro que capturan el arsénico del agua. Luego, por procesos de decantación y filtración, las partículas de óxido generadas son separadas y el agua tratada queda apta para consumo humano, con un nivel de arsénico por debajo de 10 partes por billón tal como lo establece la OMS. Por encima de esa cifra, el consumo prolongado del agua con arsénico provoca la enfermedad de Hacre (Hidroarsenicismo crónico regional endémico), que se caracteriza por la aparición de numerosas lesiones y tumores en la piel.
El método descubierto por el Laboratorio de Ingeniería Sanitaria de la universidad platense debe ser observado con atención en San Juan. Su factibilidad y bajo costo puede mejorar la calidad de vida en numerosos parajes del interior provincial.
