Con gran expectativa por parte de los delegados de 195 países participantes, comenzó en Doha, Qatar, la Cumbre de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, con el objetivo de avanzar en las complejas negociaciones sobre la limitación de los gases con efecto invernadero (GEI), responsables del calentamiento global y las alteraciones bruscas en el clima de la Tierra.
De la conferencia, que se prolongará hasta el 7 de diciembre, participan unas 17.000 personas, pero recién a partir del día 4 del mes próximo, unos 100 ministros de Medio Ambiente y los negociadores de los países buscarán cerrar un acuerdo y cumplir una nueva etapa en el difícil proceso de negociaciones de la ONU lanzado en 1995 que pretendió, con la elaboración del Protocolo de Kyoto de 1997, reducir las emisiones de GEI en un cinco por ciento respecto a los niveles registrados en 1990.
El encuentro denominado "Conferencia de las Partes de la Convención de la ONU sobre Cambio Climático (COP18)” tiene como objetivo acelerar las iniciativas para reducir los gases de efecto invernadero a nivel mundial, que generan el cambio climático y afectan a millones de personas. En las 17 reuniones anteriores, las iniciativas adoptadas por los 195 países para acotar sus GEI no lograron un acuerdo efectivo para permitir reducir el calentamiento global a sólo dos grados centígrados, el objetivo de la comunidad internacional y el límite más allá del cual el sistema climático podría alterarse y generar efectos incontrolables en el planeta.
En el último informe de Organización Meteorológica Mundial (OMM), se supo que la concentración de gases de efecto invernadero, que es el principal impulso del cambio climático, alcanzó un nuevo récord histórico, ya que se batieron todas las marcas de emisión de dióxido de carbono, metano y óxido de nitrógeno. Los niveles del primero, cuyas emisiones son provocadas por la quema de combustibles fósiles o la deforestación, llegaron a 390,9 partes por millón en 2011; es decir, dos partes por millón más que en 2010. La concentración sin precedentes de gases con efecto de invernadero (GEI) en la atmósfera y el riesgo de un calentamiento de 4¦C hacia 2060 ha llevado a que se produjeran llamados de alerta a la conferencia de la ONU organizada por Qatar, el país líder en emisiones de GEI por habitante.
El cambio climático sigue siendo más rápido que el político. Si esa realidad no se modifica, el drama del calentamiento global puede concluir en una tragedia anunciada.
