El crecimiento demográfico y la mayor expectativa de vida en el mundo, crean incertidumbre sobre la capacidad de alimentar a una población cada vez más numerosa y con requerimientos sociales por mejores condiciones de vida. La avidez de alimentos es un desafío para los que plantean estrategias a futuro, a partir de la mayor tecnificación del agro, la optimización de las tierras cultivables y la provisión de insumos, incluyendo el agua, cada vez más escasa.
En este contexto Argentina es una de las naciones con alta capacidad para proveer alimentos y necesita políticas de estímulo a la producción como miras a la demanda externa. Pero también debe tener una oferta compatible con los destinos a proveer. En ese aspecto, la EAE Business School de Barcelona, España, difundió un trabajo sobre el gasto en alimentos básicos en 2013 de las principales economías mundiales, señalados en tres grupos: frutas y verduras, pan y facturas y pastelería y productos lácteos. Entre sus conclusiones, el estudio destaca que el mayor mercado de fruta y verdura del mundo es China por un total de 127.837 millones de euros, seguido por EEUU y Japón con cifras de 79.209 y 31.951 millones de esa moneda. Además, por habitante, los países en los que más se come fruta y verdura son Holanda, España y Japón, con consumos de 352, 229 y 208 kg. por persona, en tanto, noruegos, suecos, holandeses, daneses y belgas son los que más gastan en lácteos en el mundo, con cifras por habitante de 445 euros, 350 euros, 335 euros, 312 euros y 283 euros, respectivamente y los alemanes, belgas y holandeses son los que más consumen pan y facturas con 81, 65 y 59 kilogramos por habitante, respectivamente.
