San Martín y el sanjuanino Narciso Laprida fueron amigos. Cada uno aportó a los cimientos de la patria Argentina

 
El filósofo francés, Voltaire, expresó una breve y significativa frase con respecto a los amigos: "La amistad de un gran hombre es un regalo que nos hacen los dioses''. Otras referencias profundas están plasmadas en el "Himno a la amistad'', cantado por el Chango Nieto y Daniel Toro: "Decir que uno es amigo encierra un compromiso, que la amistad lo hizo. Calor, amor y abrigo. Calor que se mantenga. Amor sincero y puro. Abrigo en trances duros convenga o no convenga. Amigo es cosa seria, amigo es gran prudencia. Amigo es esa arteria que en el alma es vivencia''. En vísperas de la celebración del Día del Amigo, señalaremos que en nuestra historia encontramos magníficos ejemplos de este sentimiento fraterno. Un paradigma de este vínculo fue el Libertador, quien otorgó a la amistad un lugar elevado en su espíritu. Un ejemplo revelador lo encontramos en la conocida frase inscripta en el sepulcro de su esposa: "Aquí yace Remedios Escalada, esposa y amiga del General San Martín''. El Libertador, como dice Benjamín Medina y López, "tuvo amigos de una sola pieza''. Ejemplo de amistades que tuvo San Martín, hay varios, como la cultivada con Manuel Belgrano. El afecto amistoso nació entre ellos, luego de aquel histórico abrazo en la posta Yatasto, y se prolongó imperecederamente. Luego de conocerse continuaron contactándose a través de cartas que evidencia indudablemente, que ambos se reconocieron como hermanos. Otro amigo de nuestro héroe, ya en el ocaso de su vida, fue Alejandro Aguado, a quien llamo "el bienhechor''. Hombre de fortuna y cercano a la realeza, ayudó económicamente a San Martín en su exilio europeo, reparando con su riqueza el desagradecimiento de las naciones a quienes les había dado su independencia. El vínculo con Aguado se convirtió en una autentica amistad y se prolongó para siempre. Además de los nombrados, San Martín entabló amistad con otros grandes hombres, como Bernardo de O'Higgins y Tomas Godoy Cruz. Otro modelo que honró la amistad fue Domingo Faustino Sarmiento. Un amigo estupendo de toda su vida fue el tucumano "Pepe'' Posse, a quien en varias oportunidades le manifestó sus temores y penurias. Fue en 1861 cuando le escribió una conmovedora carta diciéndole que se sentía descartado de la vida política. Otro amigo entrañable fue Antonino Aberastain. Cuando Sarmiento regresó de Chile el "mártir de la Rinconada'' lo auxilió y le consiguió trabajo. Años más tarde, su trágica muerte conmovió profundamente el alma de don Domingo, aumentando esta desdicha el fallecimiento de su querida madre. En sus últimos años de vida, Sarmiento presumía de los grandes amigos que la vida le había brindado. En sus cuantiosas obras o en las cartas que escribía con tanta pasión, hay variadas narraciones que habla de sus amistades. 



Por Edmundo Jorge Delgado 
Profesor - Magister en Historia