Tras más de una década de trabajo de investigación, un equipo de científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), ha logrado desarrollar lo que califican como una herramienta terapéutica para tratar tumores cancerígenos resistentes, con resultados exitosos.

El tratamiento se basa en un anticuerpo monoclonal que bloquea los vasos sanguíneos que nutren el tumor y, de esa forma, aumenta la respuesta inmune del paciente para evitar la metástasis, según pudo concretar el grupo de investigadores encabezado por el bioquímico Gabriel Rabonovich, titular del Instituto de Biología y Medicina Experimental del Conicet.

Según el informe del profesional cordobés, la idea del equipo fue alcanzar un objetivo para potenciar la respuesta inmunológica del enfermo con tumores resistentes, para lo cual partieron de distintos modelos experimentales. Los resultados de laboratorio permiten ahora orientar la búsqueda y desarrollar nuevos fármacos o mecanismos que bloqueen a la proteína denominada galectina-1 (Gal-1) causante mayor del problema.

En una formación tumoral hay muy poco oxígeno, sin embargo, ese poco oxígeno que se forma es el estímulo fundamental para que haya nuevos vasos sanguíneos que riegan los tumores y les hacen llegar los nutrientes para que crezcan. Las células tumorales utilizan además estos nuevos vasos para ingresar al torrente circulatorio y migrar a otras zonas del cuerpo para hacer metástasis. Los datos preliminares muestran que, cuando se inhibe la síntesis de Gal-1 o se remueve del sistema, los tumores frenan su crecimiento y dejan de hacer metástasis.

El estudio que se realizó con Sarcoma de Kaposi, es el primero que plantea como herramientas anticuerpos monoclonales específicos para bloquear a Gal-1, y los resultados son muy alentadores, afirma el Dr. Rabinovich, que integra también el Laboratorio de Glicómica Funcional de la UBA.

Este logro de la ciencia argentina es trascendente en la lucha contra el cáncer en el que están empeñados los países más avanzados del mundo. El descubrimiento nacional, aunque no cura el cáncer, logra mantener controlada la enfermedad al suprimir el crecimiento tumoral e inhibir la angiogénesis en un 85% de los casos, lo que significa prolongar la vida del paciente.