El aprendizaje cooperativo se aleja de lo memorístico, interpreta la información y el pensamiento científico. 


Muchos expertos internacionales como Richard Gerver, Fernando Savater, Judi Harris, Alejandra Piscitelli proponen objetivos para la escuela del futuro como: "Formar individuos creativos, emprendedores, críticos, competentes en el mundo digital, con altos dotes sociales y que se adapten a diferentes ambientes laborales. Potenciar una inteligencia colectiva en sociedades como la nuestra, cada vez más compleja.


Es prioritario hablar de educación en la solidaridad, cooperación y colaboración entre los alumnos. Uno de los procedimientos más importantes de aprendizaje de valores, gira en torno al aprendizaje cooperativo. Prueba de ello, es el logro de los alumnos de la Escuela de Fruticultura y Enología "Indago'' , empresa creada por los alumnos, que fue elegida como uno de los cinco emprendimientos preseleccionados a nivel nacional para representar a nuestro país en la "COY 2018 Junior Achievement'' a llevarse a cabo en Perú. Esta actividad estuvo enmarcada dentro del programa "Aprender a emprender'' e inserta dentro del Plan Provincial de Capacitación y Actualización Docente: Capacidades y Competencias que lleva a cabo el Ministerio de Educación de la provincia.


Hubo grandes logros a nivel alumnos y docentes, motivados por esta nueva forma de trabajar, de metas cada vez más elevadas. Este modelo hoy está presente en la mayoría de los ámbitos escolares. Incluye este trabajo cooperativo, el "aprender a emprender'' que desde el hacer, con saber, posibilita a los alumnos a fijarse metas, tomar iniciativas, enfrentando dificultades, desde sus fortalezas, con innovación y creatividad. Aprender a emprender es la clave en el mundo de hoy. Por ello, una de las principales capacidades y competencias que emerge de estas experiencias, es el emprendedurismo. Los emprendedores son los que transforman ideas en acciones concretas, crean valor en las oportunidades. El alumno aprende de sus éxitos, pero también de sus errores y, sigue intentando hasta lograr que su idea o sueño se haga realidad. Es no dejarse vencer por los obstáculos. Es la constancia, la paciencia y la capacidad de adaptarse a las circunstancias.


Hemos de desplazar la preocupación de los contenidos por el énfasis en el proceso, a fin de que nuestros jóvenes adquieran habilidades mentales y sociales necesarias para mejorar nuestra organización social. El trabajo cooperativo implica conocimientos (saberes) habilidades (saber hacer) actitudes y conductas (saber ser) integrados entre sí. Es aprender haciendo, donde las competencias adquieren un lugar preponderante, especialmente las emocionales, poco desarrolladas entre otras como son, las de liderazgo, solidaridad, empatía, comunicación, optimismo e iniciativa. El aprendizaje cooperativo se aleja de lo memorístico, interpreta la información y el pensamiento científico. Evalúa otras formas del pensamiento que le ayudarán a la formación de valores y principios Estas nuevas estrategias mejoran la perspectiva de la integración profesional de los alumnos al ámbito laboral.