Al nacer Sarmiento en 1811, nuestro país acababa de emanciparse del poder español e iniciaba una nueva etapa para dejar definitivamente ideas y costumbres coloniales. Sin embargo, al prócer le tocaría vivir un periodo de transición. La época de períodos anárquicos y sangrientas luchas intestinas.
Hombre del interior, observador profundo, tuvo desde muy joven una mentalidad avizora en la forma y las circunstancias que debían darse para transformar la Nación y hacer de ella un país rico, próspero y poderoso. Sus aportes a la construcción de la Argentina moderna tienen vigencia aún hoy en su mensaje, en sus obras y en su ejemplo. La disyuntiva abarcó sólo dos palabras: civilización y barbarie. Debía atacar ésta para alcanzar aquella.
Nadie puede negar la influencia de Sarmiento en la vida institucional de nuestro país. Fue quien cimentó un universo de conceptos y concepciones progresistas que sirvieron de oportunos instrumentos para el desarrollo económico, político-estratégico y social del país.
Sarmiento utilizó innumerables veces la geografía en sus escritos. Argirópolis, capital insular por él concebida para los "Estados Unidos de Sudamérica” es un claro ejemplo de ello. La utopía es siempre dualista en tanto concibe y proyecta una imagen radicalmente diferente del espacio y tiempo en que transcurre. Es la reconstrucción imaginaria de un mundo posible. Es la forma de percibir y analizar la realidad concreta. El mismo, por ejemplo, consideraba irrealizable su proyecto de instalar una capital multinacional en el vértice del Río de la Plata. Pero empleó Argirópolis con un mensaje práctico. En su obra dio instrucciones precisas para reunir al Congreso y redactar una Constitución.
"Argirópolis: capital de los estados confederados del Río de la Plata” vio la luz en 1850. El patriotismo de Sarmiento le inspiró este libro publicado durante el destierro en Chile. Fue dedicado al gobernador de Entre Ríos, Justo José de Urquiza y constituye la utopía de una ciudad modelo, en la isla Martín García, que serviría de capital a una confederación de estados sudamericanos. El proyecto abarcaba a las actuales repúblicas de Argentina, Uruguay y Paraguay. Sarmiento defendió su tesis argumentando que los terrenos altos de la isla Martín García servirían para establecer fortificaciones que defendieran a los tres estados soberanos de una posible invasión extranjera. El objeto de una confederación para Sarmiento, fue reunir la fuerza colectiva de una Nación al provecho y ventaja de cada uno de los estados asociados.
El manifiesta la necesidad de reunir un congreso y dictar una Constitución que siente las bases firmes de una nación fuerte y sólida en derechos, obligaciones y garantías de cada uno de sus habitantes, conciliando intereses generales y particulares. Es justamente el Congreso el organismo por naturaleza para arreglar la administración general del país bajo el sistema federal, su comercio interior y exterior, su navegación; el cobro y distribución de las rentas generales en la búsqueda de la seguridad y el engrandecimiento de la República
Es la solución que encuentra Sarmiento a la lucha fratricida, sangrienta y vergonzante que caracterizó a los estados del cono sur por décadas.
Argirópolis surge en la pluma de Sarmiento como un programa utópico de unidad continental y organización jurídica: imitar la República Federal de los Estados Unidos de América; corregir el monopolio aduanero de Buenos Aires a fin de dar autonomía comercial a las provincias del interior; integrar la Argentina, Uruguay y Paraguay en un sistema político con una nueva capital en la isla Martín García, a la entrada de los ríos libremente navegables por barcos de todas las banderas. Su inquietud personal hacia la geografía puede vérsela a través de sus escritos durante toda su vida. Siempre estuvo en contacto con geógrafos y naturalistas. Argirópolis revela al Sarmiento geógrafo pues allí describe el mapa geográfico de la República con el propósito de lograr la pacificación territorial, la integración económica y la idealización de un futuro Mercosur proyectado a largo plazo.
